FORMACIÓN CÍVICA

EL EJERCICIO DE MI LIBERTAD.

La vida social pacífica es posible solamente gracias al respeto que todos debemos tener hacia ciertos valores que pertenecen a cada uno de los mexicanos. Estos valores están plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.



Entre estos valores destaca el de la libertad de cada uno, la cual, como ya sabes, está limitada por la libertad de los demás.

La libertad que nos garantiza la ley es la base de nuestro desarrollo como personas y como pueblos. Tanto las personas como los pueblos tenemos oportunidad de reflexionar sobre nuestros actos y decidir cómo actuar. 


Los límites a nuestra libertad son los que nos impone la libertad de los otros, y también los acuerdos y leyes establecidos con los demás individuos o pueblos, según sea el caso. Los acuerdos que establecemos con otras personas, y las leyes que nos protegen y obligan a todos, son pautas imprescindibles para nuestra acción y para posibilitar la vida social.

Como el derecho a la libertad, están garantizados el derecho a la educación, del cual tú estás haciendo uso en este momento, y el derecho a la salud. Es decir, el gobierno tiene la obligación de cui­dar del estado óptimo de tu salud emocional y física, así como de proporcionarte los medios para que te cuides de las enfermedades que pudieran sobrevenirte. 

El gobierno está obligado a ofrecer educación básica gratuita. Dado que la educación que imparte el Estado es laica; es decir, que no tiene dependencias con religión alguna, tú no necesitas pertenecer a algún grupo religioso para recibir educación, y gozas de liber­tad religiosa. En la escuela pública no se difundirán ni impugnarán ideas con respecto a la religión. 

Tienes además la libertad de expresar tus pensamientos, siempre que no dañes a otro con esa expresión.

Puedes reunirte con tus compañeros para discutir las cosas que parezcan injustas o mal hechas, y actuar conjuntamente para modificarlas si es que entre todos concluyen que tienes razón.

Algunas de las libertades que garantiza nuestra Constitución Políti­ca son la de pensamiento, expresión, reunión y tránsito. Tu derecho a la educación y tu libertad se relacionan. Por ejemplo, tu educación te faculta para elegir con libertad el oficio o la profe­sión que ejercerás cuando seas una persona mayor.


Estos valores de la libertad de que hablamos son llamados por la ley “garantías individuales”, porque garantizan las facultades que tienes como individuo para realizar aquello que para tu bien y el de los demás te parezca propicio. 


El gobierno debe garantizar que disfrutes de los derechos y las li­bertades que nuestra ley te concede. Hemos hablado de algunos de ellos. 

Las autoridades que los mexicanos designaron para su servicio, y que constituyen los órganos de gobierno, son las que tienen la obli­gación de realizarlos. Por ejemplo, la escuela en que estás estudiando convierte en ga­rantía para ti el derecho que tienes a educarte. La autoridad que garantiza ese derecho es la Secretaría de Educación Pública.

Los límites a nuestra conducta no son sólo externos o impuestos por otros; también actuamos dentro de los límites que nos impone­mos nosotros mismos. Esta capacidad de moldear nuestra conduc­ta se llama autorregulación. 


Una forma de autorregulación es pensar no sólo en lo que deseas en un momento dado sino prever las consecuencias que una con­ducta puede tener en ti, o en otras personas, tanto de inmediato como después.


La educación faculta al ser humano para ejercer plenamente todas sus libertades. La sociedad debe deliberar sobre esto y meditar so­bre las posibles maneras de hacer llegar la educación a todas las personas.


RIEB 2011-2012 FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA 4° SEP